El Viña Rock, uno de los festivales más emblemáticos de la música rock y hip-hop en España, ha sido durante 26 años un referente de la cultura contestataria. Sin embargo, en su edición de 2023, el evento manchego ha dado un giro sorprendente: ha pasado a ser propiedad de un fondo de inversión estadounidense. ¿Cómo ha cambiado el festival más 'calimochero' de España y qué significa esto para el futuro de los grandes festivales?

🌍 Una Nueva Era: Providence Equity Partners y el Viña Rock

El 30 de abril de 2023, el Viña Rock cerró su 26ª edición, pero algo más allá de la música estaba sucediendo detrás del escenario. El festival, que ha sido un símbolo del rock y hip-hop combativo en España, pasó a formar parte de la cartera de Providence Equity Partners, un gigantesco fondo de inversión de Estados Unidos. Esto ocurrió tras la adquisición de The Music Republic, la promotora que organizaba el evento, por parte de Superstruct Entertainment, una plataforma británica de eventos.

¿Qué significa esto para el Viña Rock? A simple vista, el cartel y las instalaciones parecían las mismas, pero este cambio marca una nueva era. "Por fuera aún mantiene ese aire revolucionario y cañero, pero dentro ya es muy parecido a todos los demás festivales", comenta Bárbara, una joven que asistió al evento este año. Ahora, detrás de la apariencia de rebelión y protesta, se esconde una maquinaria empresarial que busca maximizar beneficios.

🏗️ De Festival Local a Gran Negocio Internacional

El Viña Rock nació en 1996 como una iniciativa local de Argimiro Martínez Jareño, concejal de cultura de Villarrobledo, con el objetivo de atraer atención a esta zona olvidada de la meseta castellana. Pero lo que comenzó como un evento con un toque artesanal ha ido transformándose a lo largo de los años en una pieza más dentro del engranaje de los grandes festivales.

Hoy, empresas como Superstruct y Live Nation controlan aproximadamente el 80% de los macrofestivales en España, y otros fondos de inversión como Yucaipa Companies están empujando esta concentración empresarial hasta casi el 100%. Esta tendencia global, que ya es casi una norma en Estados Unidos, está comenzando a tomar el control del panorama musical en España, lo que plantea importantes cuestiones sobre la dirección que tomarán los eventos culturales en el futuro.

💼 El Modelo de Negocio: Más Allá del Precio de la Entrada

El éxito financiero del Viña Rock y otros festivales gestionados por The Music Republic se debe a una fórmula clara: entradas accesibles, pero costes adicionales dentro del evento. "Han visto que el negocio no está tanto en los abonos, sino en todo lo que rodea al festival", comenta el periodista musical Nando Cruz. Una vez dentro, los asistentes se enfrentan a precios elevados por alimentos, bebidas, merchandising e incluso servicios básicos como las duchas.

Este modelo se ha aplicado también en otros festivales de The Music Republic, como el Arenal Sound, el FIB y el Granada Sound, donde se prioriza atraer a grandes masas con precios bajos para luego generar ingresos adicionales mediante gastos dentro del evento.

🎤 Un Contraste Irónico: Punk Anticapitalista y Capital Internacional

Uno de los aspectos más curiosos de esta transformación es la contradicción inherente en los valores del festival y su actual gestión empresarial. Bandas como Boikot, que cantan letras anticapitalistas, ahora actúan en un escenario financiado por un fondo de inversión internacional. Su icónica canción Korsakov denuncia la influencia del capital, pero en 2023, es precisamente ese capital el que está detrás del festival.

Esta ironía no pasó desapercibida para algunos asistentes y artistas. Los Chikos del Maíz, por ejemplo, han hablado públicamente en otras ediciones sobre las condiciones laborales en el festival, y en la edición de 2023, hubo denuncias de trabajadores que sufrieron intoxicaciones por la comida y enfrentaron duras condiciones laborales. Estas situaciones abren el debate sobre cómo estos festivales, ahora controlados por grandes empresas, gestionan tanto el bienestar de sus trabajadores como la experiencia del público.

🛠️ El Rol de las Grandes Corporaciones en los Festivales Españoles

Aunque la concentración empresarial en los festivales genera preocupaciones, algunos expertos creen que no todo es negativo. Joan Vich, quien trabajó en el FIB durante 25 años, señala que la entrada de grandes empresas puede traer organización y recursos. "Si queremos buenos festivales que cumplan con las normativas y traigan grandes artistas, necesitamos dinero y organización casi marcial", comenta Vich.

Sin embargo, advierte que la clave está en cómo se utiliza ese dinero. Los artistas también tienen un papel importante, ya que pueden decidir a qué festivales asistir según sus principios. Pero no cabe duda de que la rentabilidad es el motor detrás de este modelo.

🤔 ¿Hacia Dónde Vamos? La Evolución del Viña Rock y Otros Festivales

El Viña Rock no es el único festival que ha cambiado con el tiempo. The Music Republic ha transformado su negocio en un gigante de la industria con más de 10 festivales en su cartera. Algunos, como el FIB, han sido criticados por su giro hacia un modelo "low cost", lo que ha generado descontento entre los seguidores históricos del festival, que lo ven ahora como una versión diluida de lo que solía ser.

La tendencia de globalización y concentración de los festivales parece imparable. Festivales como el Primavera Sound y el MadCool están ya controlados por estas grandes corporaciones, y la competencia por maximizar beneficios está cambiando el panorama de los eventos musicales. Providence Equity Partners, al igual que otros fondos de inversión, ha encontrado en los festivales de música un lucrativo negocio, apoyado también por dinero público. En España, las administraciones locales financian parte de estos eventos, algo que contrasta con la realidad en otros países como Estados Unidos, donde estas subvenciones no existen.

🎶 Conclusión: Un Futuro Marcado por el Capital

El Viña Rock 2023 ha marcado un antes y un después en la historia de los festivales en España. Lo que una vez fue un espacio de resistencia y cultura alternativa ahora está gestionado por corporaciones globales que buscan maximizar su rentabilidad. A medida que los festivales se convierten en grandes negocios, surge la pregunta de si es posible mantener el espíritu contestatario y comunitario que los hizo tan populares en primer lugar.

¿Estamos ante el fin de los festivales como espacios de contracultura o simplemente están evolucionando? Lo que está claro es que el negocio de la música en vivo ha cambiado para siempre, y el Viña Rock es un ejemplo de ello.