La noche del miércoles 30 de julio, el poblado marinero de Sancti Petri se convirtió en el epicentro de un fenómeno escénico imparable. Bajo la luna andaluza y con la brisa atlántica como testigo, Nathy Peluso desembarcó en Concert Music Festival 2025 para ofrecer uno de los conciertos más intensos y simbólicos del ciclo semanal, entre la intimidad emocional de Judeline (la noche anterior) y la arenga combativa que promete Residente este jueves.
Presentando su gira “GRASA”, la artista argentina firmó un espectáculo de alta carga emocional, musical y visual, donde se conjugaron géneros aparentemente inconciliables —salsa, bachata, rap, tango, electrónica— con una narrativa de empoderamiento que sobrepasó los márgenes del show convencional. Lo suyo fue un manifiesto en movimiento, un viaje estético, feminista y espiritual que dejó sin aliento a un público entregado desde el primer alarido.

💅 Teatralidad, cuerpo y mensaje: la firma GRASA de Nathy Peluso
Desde el primer segundo con “Corleone”, Peluso salió al escenario como si se tratara de una película noir: dramatismo en la iluminación, estilismo de jefa de la mafia emocional y una energía visceral que no dio tregua. Acompañada por un cuerpo de bailarines que alternaban coreografías de poder y juegos teatrales de sumisión y deseo, su discurso escénico estuvo plagado de símbolos —rosas, pistolas doradas, ataúdes performáticos— que dialogaban con su imaginario de “capo” sentimental.
Canciones como “Business Woman”, “Real” y “Delito” confirmaron que esta gira no es solo un repaso a su nuevo álbum, sino una tesis en vivo sobre lo que significa el poder femenino contemporáneo. No hay trampa ni cartón en el universo GRASA: todo se juega en el cuerpo, en la mirada y en la palabra. Peluso no interpreta, encarna. Y eso, en directo, se vuelve hipnótico.
💘 El alma curada a ritmo de bachata, salsa y autotune
Uno de los grandes momentos de la noche llegó con “Ateo”, el ya icónico tema que comparte con C. Tangana. Con una bachata de fondo que parecía invocar la sensualidad de una misa profana, Peluso desató un baile colectivo mientras declaraba su fe en lo carnal, lo terreno, lo real. Luego vendrían himnos como “Envidia” —cantado por el público con rabia y redención— y su ya clásico “Mafiosa”, donde se enfundó en la piel de una diva caribeña con alma de revolucionaria.
La mezcla de géneros no fue un truco estilístico, sino un reflejo de su identidad musical sin fronteras. En “Puro Veneno” y “La Presa”, lo afrolatino se fusionaba con lo urbano sin perder densidad poética. Y con “Erotika” o “Todo roto”, Peluso tocó el nervio de la vulnerabilidad, hablándole a las heridas con la misma fuerza con la que las transforma en bandera.

🔥 BZRP, Buenos Aires y Camilo Sesto: los clímax emocionales
Si hubo un tramo donde el clímax escénico y emocional se fundieron, fue con su explosiva BZRP Music Session #36. La argentina desató su flow más visceral en una interpretación salvaje y cruda, con la iluminación vibrando al ritmo de cada verso escupido. El recinto entero vibró, coreando una letra que muchos han hecho himno de autoafirmación.
Ya en la recta final, Peluso se permitió una pausa poética con “Buenos Aires”, un canto melancólico a sus raíces, antes de cerrar con una versión estremecedora de “Vivir así es morir de amor”, de Camilo Sesto. Lejos de un homenaje kitsch, su interpretación fue una elegía dramática, con visos de performance elevada, que puso la piel de gallina a más de uno. Desde el centro del escenario, iluminada en un halo crepuscular, la artista susurró las últimas notas como si entregara su alma al público.
💬 Una conexión real: entre gritos de lucha y abrazos de curación
Más allá del virtuosismo vocal, de la potencia física o la producción impecable, lo que hizo de este concierto algo inolvidable fue la conexión emocional con el público. Peluso no solo cantó: habló, gritó, acarició. Se dirigió a sus “valientes, luchadores, gente que se atreve” con palabras que resonaron como mantras sanadores: “Levántate, perra, no hay tiempo. Si te duele, curita”.
En cada gesto, en cada pausa, en cada mirada al público, se respiraba autenticidad. Y eso, en un festival que presume de reunir grandes nombres, se siente como un regalo raro. Sancti Petri no solo fue testigo de un gran concierto. Fue escenario de una liturgia moderna, un aquelarre de arte y empoderamiento.

📣 Lo que viene: Residente y la continuidad de la energía revolucionaria
El Concert Music Festival 2025 no baja el ritmo. Este jueves, Residente tomará el relevo con su particular mezcla de protesta, ritmo y poesía. El contraste con Peluso promete ser tan electrizante como complementario: de la sensualidad rebelde de la argentina a la verborragia combativa del puertorriqueño.
Crowding News estará allí para contarlo todo, como lo ha hecho desde el inicio de esta edición histórica. Porque si algo ha demostrado este ciclo, es que la música en vivo sigue siendo una de las fuerzas culturales más poderosas para transformar emociones, sacudir conciencias y reunir a miles de almas en un mismo latido.