El Concert Music Festival 2025 continúa escribiendo capítulos memorables desde el corazón de Chiclana de la Frontera, y en Crowding News estamos cubriendo cada instante de este emblemático ciclo. El martes 29 de julio, fue el turno de Judeline, que regresó "a casa" para presentar en directo por primera vez Bodhiria, su primer álbum de estudio – recordemos que la artista ya se presentó en Cádiz el pasado año, actuando en solitario en la sala Momart –. Pero esto no fue solo un concierto: fue una ofrenda íntima y mística ante su gente, un ritual sonoro que mezcló arte, raíces y verdad.
Desde su columpio suspendido sobre el escenario hasta el último suspiro a capela de Un puente por la Bahía, la artista gaditana desplegó un espectáculo total, profundamente personal, tejido con narrativa espiritual, escenografía onírica y un cuerpo de baile que canalizaba, más que coreografiaba, las emociones del álbum. Judeline no solo cantó: invocó Bodhiria, su universo simbólico, y lo convirtió en un acto de comunión colectiva bajo las estrellas de Sancti Petri.

🧬 De Los Caños de Meca al alma: el retorno de Judeline
Judeline, nacida en Jerez pero criada entre las arenas y los vientos de Los Caños de Meca, volvía por fin a cantar en Cádiz. Lo hizo ante su familia, sus amigos, su gente. Y ese arraigo emocional flotó en el aire durante todo el show. "Estoy nerviosa porque estoy en mi tierra… He dormido en casa de mi madre y hasta me he comido un puchero", confesó con una mezcla de ternura y humor que desarmó al auditorio.
Ese “volver a casa” marcó el tono del concierto. Cada canción era un regreso, un guiño, una raíz. En Zarcillos de Plata, Judeline agradeció poder cantar en un lugar donde no tiene que explicar qué es un zarcillo. Y en Canijo, compartió escenario con su propio tío en un potente momento performativo cargado de simbolismo familiar y político: “Free Palestina”, gritó al público, recibiendo una ovación cerrada.

🌀 Bodhiria en directo: un viaje místico y visceral
El universo de Bodhiria cobró vida en una puesta en escena que unió lo espiritual y lo sensorial. Abrió con Bodhitale, la intro que actúa como portal narrativo, seguida de angelA e INRI, donde su alter ego se manifiesta para hablarnos del desamor desde un lugar sagrado. Judeline entrelazó símbolos religiosos, visuales inquietantes y letras confesionales con una sensibilidad única.
El escenario mutaba constantemente: luces cenitales, telas flotantes, humo ceremonial. En Brujería, el cuerpo de baile —más tribu que escuadra— amplificó el hechizo. En Tánger y Zahara, la artista tejió puentes entre Marruecos y Cádiz, haciendo visibles las orillas que su música habita. Versionó La Tortura de Shakira con una intensidad insospechada y reinterpretó Soy el Único, de Yahritza y Su Esencia, como si fuera un mantra doloroso.

💫 Conexiones íntimas, mensajes urgentes
Más allá del despliegue visual, lo que hizo de este concierto algo irrepetible fue la conexión emocional entre Judeline y su público. Jóvenes que coreaban cada palabra, adultos emocionados al ver a una hija de la tierra brillar, y una artista entregada, que no escondió su vulnerabilidad. "Me pone muy triste lo que están haciendo en la Breña. No quiero que talen más árboles. Esta tierra es de todos", denunció con voz temblorosa, refiriéndose al polémico proyecto urbanístico en Trafalgar-San Ambrosio.
Su sensibilidad social también se coló en lo artístico: la espiritualidad de Es Dios Bueno, el gesto político de Canijo, y el lirismo desgarrador de Chica de Cristal dieron paso a un final cargado de verdad. El cierre con Un puente por la Bahía, entonado a capela y en silencio sepulcral, fue más que una canción: fue un rezo, un abrazo, un adiós.

🌊 Judeline se consagra en la escena nacional
Lo que sucedió este martes en Concert Music Festival no fue solo una presentación de álbum: fue la consagración escénica de Judeline como una voz singular en la música española contemporánea. La artista no se limita a cantar, construye mundos donde lo ancestral y lo futurista conviven, donde el folclore dialoga con el pop digital, donde lo personal se vuelve colectivo.
Bodhiria ha sido definido como un manifiesto estético, pero en directo se convierte en algo más: un rito de paso, una confesión escénica, un espejo emocional. Judeline no solo volvió a su tierra: la reimaginó en un lenguaje nuevo, y se la devolvió a su gente con la fuerza de quien ya no teme mostrar su alma.
Y la historia continúa. Este miércoles 30, el escenario de Sancti Petri acoge a Nathy Peluso, que presentará su nuevo trabajo GRASA en uno de los conciertos más esperados del verano. Desde Crowding News ya estamos allí para contártelo. No te pierdas la próxima crónica de nuestro especial Concert Music Festival 2025.