🎶 La jornada que empezó con rock y terminó en apoteosis
El segundo día de Boombastic Winamax Asturias 2025 fue mucho más que una sucesión de conciertos: fue una experiencia colectiva que fue creciendo con cada hora, cada verso, cada acorde. Desde los primeros compases rockeros de Maximiliano Calvo hasta los tartazos de Steve Aoki, pasando por el huracán emocional de Estopa y el discurso incendiario de Residente, Llanera vivió una jornada de música en vivo que quedará marcada a fuego en la memoria de los bombis.
El recinto volvió a colgar el cartel de sold out, y se notaba en cada rincón. Desde temprano, los caminos que llevan al corazón de La Morgal se llenaron de energía joven, miradas expectantes y ese murmullo que anticipa algo grande. El ambiente era de celebración total, con los cuerpos aún vibrando por lo vivido el primer día, pero con la promesa de algo incluso más potente por delante.
💫 Los primeros destellos: de Mafalda a Lia Kali, una tarde con alma
El encargado de prender la mecha fue Maximiliano Calvo, que con su estética rockabilly y una banda enérgica, convirtió el inicio del día en una declaración de intenciones. Lo suyo no fue solo calentar motores: fue rock and roll del bueno, con actitud y garra.
La tarde avanzó con Mafalda Cardenal, que encendió la emoción con un pop honesto, melódico y cercano. Su forma de bajar del escenario para cantar entre el público no fue un gesto de espectáculo, sino de comunión. Así fue toda su actuación: íntima pero potente.
Después llegó Juancho Marqués, que decidió dar buena parte de su show desde el Front Stage. Rodeado de fans, su rap introspectivo se sintió más fuerte que nunca. Cada verso era una confesión, cada beat, un latido. Fue uno de esos momentos que no aparecen en los horarios, pero que se graban en la piel del festival.

🔥 Subiendo la temperatura: Marlena, Lia Kali y un recinto a rebosar
A media tarde, Marlena aportó luz, ritmo y una voz afinada al milímetro. Con canciones que ya suenan en todas partes pero que aquí, en directo, se sintieron más vivas, supieron activar al público sin estridencias, solo con talento y verdad.
El punto de inflexión llegó con Lia Kali. Su actuación fue puro magnetismo. Con una presencia escénica imponente, y una voz que pareció cortar el aire húmedo de Llanera, su set fue una ráfaga de sensibilidad y fortaleza. Fue una de las actuaciones más celebradas de la tarde, y preparó a la perfección el terreno para lo que estaba por venir: Estopa.
🧨 Estopa en estado puro: himnos, guitarras y emoción compartida
A medida que caía el sol, los bombis se apretaban frente al escenario principal. No cabía un alma más. Entonces, sin anuncio previo, comenzó a sonar la intro de “Fuente de Energía” y Estopa apareció. El rugido fue instantáneo. En cuestión de segundos, el campo entero se transformó en un karaoke gigante.
Los hermanos de Cornellà ofrecieron un show sin fisuras: equilibrado entre clásicos eternos como “El del medio de los Chichos” y perlas recientes que siguen conquistando generaciones. No hubo ni un segundo de bajón. “Partiendo la pana” fue himno generacional, “Pastillas para dormir” un bálsamo colectivo, y “Un paseo” cerró el set con una emoción tangible en el aire. Estopa no solo tocó canciones: tocó recuerdos, adolescencias, historias.

🌎 Residente: discurso, ritmo y revolución en Llanera
Con el alma todavía temblando por lo de Estopa, llegó el momento de Residente, y la plaza volvió a cambiar de piel. Desde el primer verso, el artista puertorriqueño mostró por qué es una figura imprescindible de la música latina: comprometido, visceral y brillante.
Su set fue un vaivén entre la fiesta y la reflexión. Cantó con fuerza, pero también habló. Sobre la lucha, sobre la identidad, sobre el poder de la palabra. El público respondió con respeto y gritos, con saltos y aplausos. Cuando sonó “Latinoamérica”, el silencio fue sobrecogedor. Cuando llegó “Bellacoso”, el campo volvió a estallar. Fue uno de los momentos más intensos del festival hasta ahora.
🎂 Aoki: tartas, confeti y locura controlada
Y como si el festival necesitara una descarga de adrenalina extra, Steve Aoki apareció para convertir Llanera en Las Vegas por una hora. Su set fue un espectáculo en toda regla: luces, visuales psicodélicos, drops explosivos y, cómo no, tartazos volando hacia el público. El DJ estadounidense no decepcionó ni un segundo. Mezcló clásicos de EDM, colaboraciones latinas, y hasta alguna joya nostálgica que hizo gritar a todo el mundo.
La fiesta fue absoluta, catártica, descontrolada pero alegre. Fue el clímax perfecto para una jornada que no dejó de subir de nivel.

🌟 El valor de lo pequeño: joyas del Idealista Stage
Mientras los grandes nombres llenaban los escenarios principales, el Idealista Stage fue el hogar de momentos íntimos y descubrimientos vibrantes. Los Hermanos Martínez abrieron con folk-pop delicado y sincero. Luego Mateo Eraña sorprendió con una mezcla de vulnerabilidad y fuerza vocal que capturó a quienes se detuvieron a escuchar.
Reality conectó con el público a través de letras directas y una presencia escénica que promete futuro. El carisma andaluz de Raule trajo palmas, cante y una dosis de alegría contagiosa con su “Dopamina”. El debut de Eva Hevia fue una grata revelación, una artista joven con voz para mucho más. Y Elena Rose fue el broche dorado, envolviendo al público con su presencia elegante y un pop urbano de alto calibre.
🚀 Hacia el desenlace: Boombastic Asturias no se detiene
Con el segundo día del Boombastic Festival 2025 ya en la historia, queda claro que este evento no es un simple festival: es un fenómeno cultural. Un espacio de encuentro entre generaciones, sonidos, lenguajes y emociones. Un lugar donde los titanes de la música conviven con nuevos talentos en igualdad de protagonismo.
Desde Crowding News, únicos en cubrir todo el Boombastic Tour, seguiremos el pulso de este viaje imparable. Lo que ocurrió en Llanera fue mágico, pero aún queda más. La tercera jornada promete cerrar por todo lo alto, y Boombastic Costa del Sol ya asoma en el horizonte. Y allí también estaremos.