La noche del 14 de junio de 2025 quedará grabada en Sevilla como una de esas veladas en las que la emoción se respira en el aire. Más de 13 000 personas abarrotaron la Plaza de España, a pesar del calor persistente que vestía la ciudad—abanicos en mano, carteles en alto, y una expectación que se palpitaba en cada rostro.

A las 22:34 h, una voz en off resonó bajo los arcos majestuosos: “Puedes buscar un tesoro, pero como Sevilla no hay ninguno… Sevilla, mi bendita maravilla, palabra de gaditano…”. Con esas palabras, Antoñito Molina se presentó ante un público rendido, y dio paso a “La Aventura”, tema inaugural que encendió la chispa mágica de la noche.

🌅 Primer bloque: energía y conexión inmediata

El concierto arrancó con fuerza: tras “La Aventura”, el público coreó al unísono “Supongo” y “Hubo un tiempo”, canciones en las que Molina bailó y guiñó, haciendo palpitar a la audiencia. La complicidad se consolidó cuando el artista, emocionado, declaró:

“Buenas noches Sevilla… esto es demasiado bonito para ser verdad. No tiene todo el mundo la gran suerte de cantar en la Plaza de España… ojalá salgáis con ganas de vivir la vida en primera fila.”

La sintonía entre artista y público estaba tejida de pura autenticidad: Sevilla vibraba al compás de su canto.

💔 Intimidad y homenaje maternal

El tono cambió con “No le digas más a nadie”, un pasaje íntimo al piano donde Molina reflexionó sobre la decepción y el duelo personal. En ese silencio cómplice del público, su voz se hizo estremecedora:

“Sin mucho ruido… que llegue directo al corazón.”

Seguidamente, “Suéltale el pelo” encendió la emoción colectiva: en la pantalla se sucedían imágenes de madres, incluida la suya, entre saludos y agradecimientos. Un homenaje abierto, sentido, que resonó como un himno feminista al calor de la noche sevillana.

🌟 Estreno y desenfreno

Tras un breve repunte con “De qué te vale”, llegó el primer gran estreno: “Me subo por las paredes”, colaboración con Abel Pintos, lanzada apenas el día anterior. Molina presentó el tema con chispa:

“Esta noche está para estrenar una canción nueva.”

Y el público, entregado, la aplaudió como si formara parte del setlist estelar.

La energía siguió imparable con “Mi escondite” y “El club de los soñadores”, tema que el gaditano presentó rodeado de su banda, recreando la imagen de aquel banco gaditano donde nació todo su sueño. El ambiente subió de decibelios, mezclando alegría, nostalgia y anhelo.

🎹 El latido de Sevilla: momento piano y dedicatoria

Alrededor de las 23:14 h, el artista cambió aires: apagaron luces, se hizo el silencio, y solo él y su piano iluminado. Sonó “Sevilla”, una canción inédita dedicada a la ciudad, mientras en pantalla desfilaban imágenes de calles, Semana Santa y el Gran Poder. Molina confesó:

“Sevilla fue mi primera oportunidad… Le hice esta canción.”

Y en ese instante, pasó algo mágico: una niña subió al escenario y firmó el piano, dejando testimonio de un vínculo eterno entre artista y ciudad.

🚨 Pausa por desmayos y solidaridad

El fervor de la noche alcanzó un nivel tan intenso que varios asistentes se desmayaron. El concierto se detuvo durante unos 15 minutos, mientras el equipo repartía agua y la asistencia médica atendía a quien lo necesitaba. Antoñito aprovechó para pedir calma y mantenerse próximo a su público, mostrando una sensibilidad que agradecieron en aplausos y miradas tranquilas.

🎶 Gran cierre: emoción, himnos y vals sevillano

El tramo final fue una sucesión de grandes éxitos. Desde “Y te voy a querer” —coreada como un himno íntimo— hasta “Ya no me muero por nadie”, el auditorio se sintió protagonista. Molina conectó con el público desde el foso en “Me prometo”, tema que da nombre a su gira, antes de cerrar con “Laberinto” y “Por si mañana”, baladas que dejaron un sabor de eternidad bajo los arcos centenarios.

🏆 Impacto y legado: momento de consagración

Este concierto marca un hito en la carrera de Antoñito Molina. Desde su debut con El Tren de los Sueños hasta su salto como pregonero del Carnaval de Cádiz 2025, su evolución ha sido constante. Con más de 100 millones de streams y más de 1  millón de oyentes mensuales, este concierto en Sevilla lo afianza como figura emergente de la canción de autor-pop con raíces flamencas.

La elección de Plaza de España no fue azarosa: era el escenario soñado, y se convirtió en altar para un artista que deja su impronta en el corazón de Andalucía.

✨ Cierre: promesa cumplida, viaje comenzado

La crónica de esta noche es más que un recuento de canciones; es la historia de un sueño hecho realidad, relevado por la complicidad de un público generoso, la autenticidad de un artista que canta para recordar, agradecer y vivir.

Antoñito Molina no solo se prometió a Sevilla; Sevilla le prometió su lugar en la memoria y el cariño de toda una región.